La temida “segunda ola de contagios” ha llegado a Europa. En Francia, solo el 25 de octubre ha registrado 41.622 nuevos casos, lo que ha provocado que su gobierno extienda un toque de queda, entre las 21:00 y 6:00 para 54 departamentos, incluyendo los territorios de ultramar en Polinesia. En España, se ha aprobado un nuevo Estado de alarma, que contempla un confinamiento nocturno, entre las 23:00 y 6:00 (a excepción de las Islas Canarias), y da mayor capacidad de acción a las Comunidades Autónomas para decidir si cierran o no, sus fronteras para evitar el traslado desde poblados más afectados. En Italia, se han reforzado las medidas restrictivas, obligando a bares y restaurantes a cerrar desde las 18:00, el cierre completo de gimnasios y cines, y toques de queda en algunas regiones.
En América Latina, Colombia reporta más de 8000 nuevos casos en un solo día, mientras que Ecuador, hasta el día de ayer, registraba nuevos 2021 casos en menos de 24 horas. Si nos remontamos al inicio de la pandemia, veíamos, tan lejano al Sars Cov-2 en Europa, y no tomamos las previsiones adecuadas hasta que la primera ola de contagios nos golpeó, con los resultados trágicos que todo el Ecuador pudo ver.
Es un hecho que la segunda ola de contagios, que tanto se anunciaba, ya llegó. Y si no se toman las medidas adecuadas, es muy probable que se repita el escenario. ¿vamos a dejar que una vez más, el Covid19 se lleve no solo a nuestros seres amados, sino que también, se lleve todo por cuanto hemos luchado?
Y la respuesta es obvia para todos. Lo que no está claro es cómo vamos a enfrentarlo esta vez. Pensar en un confinamiento total, como lo fue a inicios de marzo, es un disparo en la sien para la economía, misma que ya está demasiado golpeada, y que los hogares ecuatorianos no pueden aguantar una caída mayor a la que se prevé. Es por eso que, la corresponsabilidad, entre los ciudadanos y el Estado es FUNDAMENTAL para no repetir las escenas de dolor que vivimos y no obligarnos a medidas que nos hundan aún más. Es necesario que la ciudadanía tome consciencia y, en estos meses que en su mayoría serán festivos, deje las reuniones familiares, con amigos o los paseos para otra ocasión, que respete los protocolos determinados por las autoridades, tales como el uso obligatorio de mascarillas, evitar el contacto físico y mantener una distancia prudencial de al menos 2 metros.
A las autoridades, pues es fundamental que las decisiones sean tomadas con base en evidencia científica, y adoptar, de ser el caso, medidas restrictivas a tiempo, tal como lo ha adoptado la alcaldía de Guayaquil para el próximo feriado de noviembre. Y hago un llamado a la ciudadanía, para que nos cuidemos entre sí. Ya habrá momento para abrazar a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros amigos. Reunirse hoy, puede suponer el último cumpleaños y la última fiesta con quienes amamos. El sacrificio de hoy, puede convertirse en el jolgorio de mañana. La disciplina, en este momento, será vital para enfrentar con éxito este reto que nos impone la historia.
